El meu article publicat al Blog Derecho de los Animales del Consejo General de la Abogacía Española el 11/11/2016
"Caminando solo irás
más rápido, pero acompañado llegarás más lejos" (Proverbio africano)
A menudo nos
preguntamos qué fuerzas se conjuran tras los fenómenos sociales que nos hacen
avanzar como sociedad y nos conducen al progreso y a la civilización. Los
libros de historia analizaran, dentro de unos años, qué circunstancias hicieron
posible un hito histórico del siglo XXI: Conseguir una sociedad concienciada
con el bienestar animal. Y los investigadores descubrirán que este logro no fue
más que el resultado de las sinergias entre personas de diferentes grupos
sociales, académicos, científicos e institucionales que unieron sus fuerzas de
forma totalmente altruista y vocacional con un único objetivo: humanizar el
trato que dispensamos al resto de las especies.
Porque la
sociedad depende de la diversidad de organismos con los que compartimos el planeta.
Y porque asumir el reto de la biodiversidad es una de las grandes asignaturas
pendientes de la humanidad. Y porque este reto sólo se conseguirá si somos
capaces de crear un lobby o grupo de presión suficientemente fuerte como para
cambiar las cosas. Porque, por mucho que exista la justicia, si no se produce
un cambio de actitud en las personas que son responsables de aquellas cosas que
no funcionan, será muy difícil arreglarlas.
Pero ¿en qué consiste exactamente la labor del
lobista? Un lobby animalista representa intereses de colectivos dedicados a la
lucha contra la violencia y el maltrato animal. En Barcelona, el 27 y 28 de octubre, durante
el I Encuentro de las Comisiones de Protección de los Derechos de los Animales
organizado por el Colegio de la Abogacía de Barcelona –pionero en la materia-
se han sentado las bases para la creación de un nuevo lobby contra el maltrato
animal, formado por todas las Comisiones de Derecho Animal de los Colegios de
Abogados Españoles, que ya son más de veinte.
La idea es influir en la agenda de administraciones públicas a través de
la elaboración de informes y dossieres, que serán presentados en reuniones con
todos los actores implicados en un proceso de decisión. Primero hay que
preparar un planteamiento estratégico, en el que se clarificarán los
objetivos de cada actuación. Luego se estudia el marco legal, a los
interlocutores y a los posibles aliados en la causa. Finalmente se presenta el
mensaje a través de reuniones con las administraciones implicadas en la causa y
con poder de decisión. El objetivo: convencerles de que sólo aquellas
actuaciones avaladas por nuestras comisiones van a tener una amplia aprobación
social.
El alteo del pato que provocó la tormenta
La energía, el tiempo, el trabajo y los esfuerzos
que invierten las personas que, de forma totalmente altruista, trabajan para
conseguirlo, se ve recompensada cada vez que se alcanza un objetivo, por
pequeño que sea. No es fácil, y a veces hacen falta auténticas conjuras del
destino para que empiece a moverse algo. Es aquello del aleteo de una mariposa
en Pekín que provoca una tormenta en Nueva York. Una pequeña muestra es lo que
sucedió el verano de 2015 en Roses (Girona) con la anacrónica 'caza a nado de
patos'. Hacía 97 años que se celebraba durante la fiesta mayor del municipio, y
sus organizadores ya anunciaban, satisfechos, que pronto alcanzaría el grado de
'tradición centenaria'. Y es que, hace casi un siglo, quien tenía la suerte de
‘cazar’ un pato a nado, tenía la comida asegurado en la mesa. Hoy en día, sin
embargo, ninguno de los participantes en la 'fiesta' lo hacían para poder
comer, pues ni siquiera se los podían llevar a casa desde que la Ley de
Protección de los Animales prohibió hacer donación de ellos como premio.
Hay quien espera que las cosas acaben cayendo por
su propio peso. Pero en este caso fue necesario poner en marcha las cuatro
patas del lobby animalista para acabar con un espectáculo tan absurdo,
lamentable y cruel como es tirar una cincuentena de patos vivos al mar, desde
una barca, para que la gente los persiga, nadando, simplemente por diversión.
La "pata activista", la más vistosa, fue clave en este caso: sin el
vídeo, que se hizo viral y dio la vuelta al mundo (*), grabado por la activista
a quien una de las participantes estrelló un pato vivo contra la cámara, todo
hubiera sido más difícil. Nunca hasta entonces se había podido demostrar que se
maltratara a los patos que se usaban durante la acosada, por mucho que personas
como yo piensen que el acto en sí ya supone un caso claro de maltrato.
El vídeo potenció una masiva recogida de firmas en
change.org que se extendió como la pólvora, logrando en pocos días miles de
firmas pidiendo la supresión del acto y motivando las primeras denuncias.
Entonces entró en acción la "pata jurídica", representada por las
Comisiones de Protección de los Derechos de los Animales de los Colegios de
Abogados, que contactaron con los representantes municipales para advertirles
de la incorrección ética y legal en que incurre un Ayuntamiento que autoriza
este tipo de espectáculos: Circulaba por Internet un documento firmado por
80.000 personas asegurando que este espectáculo hería su sensibilidad. Mientras
tanto, la "pata mediática" iba haciendo su trabajo, y la caza de
patos a nado de Roses empezaba a traspasar fronteras. Medios de comunicación de
países como el Reino Unido, Francia, Sudamérica, Rusia, la India e incluso de
China se hacían eco, y la noticia daba la vuelta al mundo. Faltaba sólo una
pata, la más difícil de alcanzar: la "pata política". Y digo difícil
porque no siempre se encuentran políticos valientes, dispuestos a poner sus
valores por delante de sus intereses políticos. Pero en Roses la pata política
también funcionó, y con las cuatro patas ya se puede empezar a caminar sin
cojear. Una moción presentada por el grupo municipal “Gent del Poble”, pidiendo
la supresión de patos y vaquillas de los actos festivos del municipio, logró la
aprobación del pleno del Ayuntamiento: Roses se declaraba ‘municipio respetuoso
con los animales’. No tardaron en llegarle los reconocimientos, especialmente a
nivel mediático.
Por eso es una buena noticia que cada
vez más Colegios de Abogados se sumen a la causa, porque, como reza un viejo
proverbio africano “Caminando solo irás
más rápido, pero acompañado llegarás más lejos”.
Magda
Pujol, periodista
Coordinadora de Comunicación de las
Comisiones de Protección de los Derechos de los Animales de los Colegios de
Abogados de Catalunya y colaboradora de la CPDA ICA Girona